Banca que consta de una gran plancha de piedra con cuatro soportes y una talla zoomorfa que corre a lo largo de todo el canto de la plancha.

La talla que literalmente ciñe la lápida de esta banca tiene una iconografía muy rica. Representa a un animal mitológico que tiene componentes de caimán y venado, en cuyo cuerpo lleva las marcas de varios cuerpos celestes como la Luna, el Sol y los signos asociados con varios planetas. Esta banca muy probablemente es una representación del cosmos o, al menos, del cielo.

Dada la interacción de los elementos simbólicos del arte maya con lo que podríamos llamar el "mundo real", no es descabellado pensar que quien se sentara en esta banca asumía simbólicamente "un asiento en el cielo".

Otra alternativa de interpretación es que el personaje (muy posiblemente, el gobernante) que se sentaba en ella en el contexto de ciertas ceremonias, jugaba su papel simbólicamente "en o desde el cielo".

Content 2