Cabeza de personaje modelada en estuco, con los restos de un tocado compuesto.

Esta cabeza se halló en las labores de limpieza del Palacio, por lo que es casi seguro que alguna vez decoró alguno de los frisos o cresterías que remataban los múltiples edificios de este gran complejo constructivo. La escala de esta pieza, mayor a la natural, confirma que se trataba de una pieza que debía verse desde una cierta distancia.

En virtud de que el Palacio era el corazón del importante reino de Baakel, cuya capital era Palenque (conocida en la antigüedad como Lakamha'), puede suponerse que las muchas representaciones de seres humanos que alguna vez adornaron las pilastras, los frisos y las cresterías fueron personajes históricos reales. Esto parece reforzado por el gran cuidado en el modelado de esta pieza: el tratamiento de los pómulos, el gesto de la boca semiabierta y la individualidad de la nariz aguileña y las marcas del entrecejo apuntan con fuerza a que se trata de un retrato y no de un personaje "genérico".

Nunca deja de llamar la atención la gran atención al detalle que llevaban estas piezas, quizás pensando en que los personajes que representaban fueran fácilmente identificables, aún desde la distancia necesaria para apreciar esculturas en la parte más alta de los edificios.

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