Respaldo o reverso de espejo, tallado con una escena en la que participan dos personajes.

Los espejos eran objetos comunes entre las élites gobernantes mayas. No se trataba de instrumentos de vanidad (o quizás no únicamente esto), sino que se consideraban como portales para asomarse a la realidad de otras dimensiones de la realidad, como el Inframundo. Esto pudo haberse debido a que los espejos, al igual que el agua (portal por excelencia al Inframundo), reflejaban una imagen invertida a la realidad terrena.

El reverso de este espejo muestra una talla compleja. Casi todo el espacio está ocupado por grecas o volutas que recuerdan el estilo de las culturas clásicas del Estado de Veracruz (México). El centro de la escena está constituido por dos personajes de pie, a los lados de una mesa o altar. Sobre ésta hay lo que parece ser un plato bicónico que contiene algún tipo de alimento (¿tamales?), de los que se desprende lo que parece ser una planta (¿maíz?).

Por lo formal de la pose y la colocación solemne del plato en lo que parece ser algún tipo de altar, podría tratarse de una ofrenda, aunque no hay más elementos para profundizar en la interpretación de esta posibilidad.

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