Cajete bicromo rojo y negro sobre fondo crema, con dos rebordes entre las paredes, tapa convexa y asa cilíndrica.

Este cajete se halló en estupendas condiciones como parte de la ofrenda que acompañaba al cuerpo de un personaje masculino en la Tumba I de la Estructura III de Calakmul.

Aunque a primera vista su decoración es casi abstracta, pueden reconocerse muchos de sus elementos iconográficos: las marcas negras del reborde de la base representan el agua y aluden al inframundo; el gran motivo pintado sobre la pared de la vasija es una especie de reptil estilizado que alude a la tierra; sobre la tapa aparece otro reptil estilizado que representa el cielo. La parte superior de la agarradera de la tapa está pintada de manera que queda dividida en cuatro cuadrantes, que representan los cuatro rumbos del cosmos. Y aunque en este ángulo no se aprecia con claridad, alrededor de la base del asa se pintó un patrón que alude a la piel de jaguar, que suele utilizarse como símbolo de la realeza entre los mayas.

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