Vista hacia el sureste de un pequeño templo temprano, con vanos de puerta que se abren hacia los cuatro puntos cardinales.

Como parte de las excavaciones en Dzibilchaltún (ciudad que quizás se llamó Ichkaansiho' en tiempos antiguos), los arqueólogos investigaron el montículo que marcaba el extremo oriental de un gran sacbe (un tipo de camino elevado) que atraviesa buena parte de la porción central de la ciudad. El montículo era entonces poco más que escombros de una construcción derrumbada (puede verse parte de ésta, ya consolidada, en el extremo derecho de la fotografía, adosada a la escalera). Bajó el derrumbe, sin embargo, se halló una construcción anterior, bastante bien preservada y se tomó la decisión de liberarla del escombro, trayendo así a la luz un edificio bastante peculiar.

Aunque a primera vista parecería ser un templo, pues presenta un edificio pequeño, construido sobre un basamento piramidal de dos cuerpos, el hecho de que esta construcción presenta puertas que se abren hacia los cuatro puntos cardinales, así como ventanas en algunos de sus muros no es común. Aunado a lo anterior, el techo está coronado con una especie de torreta de planta cuadrada que no parece corresponder a las típicas estructuras de crestería.

Si a lo anterior se agrega el hecho de que el sol se alinea en los equinoccios con los vanos de las puertas oriente y occidente de la estructura (permitiéndole "atravesarla" en esas fechas), es muy posible que este "templo" haya sido, más bien, algún tipo de observatorio astronómico.

El sobrenombre de "Templo de las Siete Muñecas" proviene del hecho de que, al excavarlo, se encontró una ofrenda consagratoria en la que se hallaron siete figurillas de barro. Nótese también el armazón de piedra de lo que alguna vez debió ser un mascarón arquitectónico en el friso, directamente encima de la puerta.

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