Pendiente hecho con la concha de algún molusco del Océano Pacífico, con incrustaciones de jade y de conchas de otros colores.

La concha es un material que no suele conservarse bien en el clima tropical. Se sabe (por escenas pintadas en piezas de cerámica y otros medios) que los mayas utilizaban una gran diversidad de materiales en su arte y también como parte de su atavío, pero gran parte de los objetos hechos con materiales perecederos no han llegado hasta nosotros.

Por esta razón y a pesar de haberse hallado en condiciones de conservación sumamente precarias, este pendiente es especialmente importante por ser uno de los poquísimos ejemplos sobrevivientes de este tipo de trabajo. Su relativa integridad permite apreciar directamente el minucioso trabajo de diseño y la dificultad técnica de ejecutar cada elemento de la compleja iconografía maya.

Esta pieza es una representación de la llamada Deidad Ave Principal. Cada uno de sus elementos se cortó en piezas de distintos materiales (conchas de diferentes colores y jade) para formar las plumas de las alas (a los lados), las garras (en la parte inferior de la pieza), colocándose luego en una matriz de concha sobre la cual se había excavado la forma de cada una de estas piezas, para incrustarlas y formar una sola superficie.

Cabe mencionar que en la importante tumba llamada Hunal, en la que se hallaron los restos de K'inich Yax K'uk' Mo', fundador de la dinastía que gobernó Copán, se halló un pendiente similar, aunque en condiciones de conservación menos buenas que el presente ejemplo.

Content 2