Escultura en bajorrelieve que representa a un personaje masculino sentado, cuyos brazos están atados a su espalda con una cuerda. Lleva varios elementos en la cabeza, así como un pectoral que cuelga del cuello. Sobre su muslo visible se tallaron tres bloques glíficos.

El sitio de Toniná es conocido tanto por la gran calidad de su arte escultórico, como por su constante énfasis en temas bélicos.

El personaje representado aquí es un cautivo de guerra, atado y con la cabeza adornada con varios y peculiares elementos. Nótense la gran oreja de jaguar superpuesta a la oreja del personaje y el objeto parecido a un hilo que pasa por debajo del ojo antes de subir a la frente. Son estos objetos que hacen referencia a un mito, aún poco entendido, en el que el dios de la muerte sacrifica a un bebé mitad humano y mitad jaguar.

Además de la cuerda que ata sus brazos (puede inclusive verse el nudo asomándose detrás del brazo izquierdo), también puede verse un elemento alargado que atraviesa la oreja del personaje en donde por lo general habría una orejera. Se trata de una tira de papel o tela con la que solía adornarse a prisioneros y personajes que iban a sacrificarse. Vale la pena llamar la atención sobre la postura incómoda del cautivo, tema común en las representaciones enemigos derrotados en el arte maya.

Por último, no debe pasarse por alto el texto tallado sobre su pierna. Éste identifica al personaje tanto por nombre como por el reino del que provenía: "Yax Ahk, Anayte' Ajaw" (Yax Ahk, señor de Anaité). El sitio de Anaité estaba próximo al reino de Yaxchilán y la captura de este personaje debió de ser importante para Toniná, pues se han hallado en este sitio tres distintas representaciones de este mismo individuo como cautivo.

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