Dos sartales (collares de cuentas perforadas) hechos con jadeíta, concha y otras piedras, hallados con un juego de orejeras de jadeíta talladas en forma de flores cuadradas.

Los sartales (collares de cuentas ensartadas en un hilo) de diversas formas, tamaños y materiales fueron un adorno muy frecuente entre los mayas. Entre más alto el rango social, más preciosos eran los materiales de que se componían las cuentas que los formaban. A juzgar por las múltiples representaciones de señores en monumentos, pinturas y piezas de cerámica, también el tamaño de las cuentas individuales de un collar tendía a ser mayor entre mayor fuera el rango social de una persona.

En este caso, en uno de los dos sartales predomina la jadeíta como material de las cuentas, en tanto que el sartal menor tiene menor presencia de este material, en favor de las cuentas de concha Spondylus y otras piedras más oscuras, quizá hematita o pirita. La cuenta mayor de este segundo sartal sí es de jadeíta y además está tallada.

Las orejeras halladas junto a estos sartales constan de dos elementos cada una: la parte mayor representa la corola de una flor, con sus petalos tallados en bajorrelieve, en tanto que el elemento central redondo sería el pistilo de la flor.

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